11 may 2022

Al ritmo del sentido: Viaje épico hacia la nada

 VIAJE ÉPICO HACIA LA NADA


De Love of Lesbian

“¿Hay más? si lo sabes, di si hay más, más allá de mi rabia, o si la vida es un viaje heroíco hacia la nada…no hay más…”


Cómo continuar, a dónde ir, si todo lo que hay es emoción, solo el sinsentido, no hay un camino definido, aunque se disfrace de funcionalidad y de expectativas ¿dónde nos encontrará el futuro? ¿Llegará? ¿Cuál es el fin? qué sentido tiene caminar aquí, si en un instante podemos desaparecer, parece que a la vez eso es lo que hace movernos, que solo somos instantes fugaces, por ello hay que accionar, pero, ¿hacia dónde? ¿Quién puede guiarnos por el camino? cómo discernir en cada elección el camino correcto, cómo renunciar en esas elecciones a las otras posibilidades, como dar cuenta de ello, cada vez que elijo, renuncio y sólo opto por una de las posibles vidas, y sea cual sea la que elegí, termina en lo mismo, en la nada.

Esa nada de la que venimos y a la que volvemos, también es en la que permanecemos, suspendidos, intentando sostenernos, de lo que sea, para disfrazar el vacío, la nada real que en ocasiones podemos sentir, esa que no es más que incertidumbre, que hace dudar y a veces también nos empuja a decidir, para dejar de sentirla un momento. 

Cómo poder continuar en la vida intentando hacer de todo si al final ese todo no tiene sentido, no se queda, no hace que uno se quede, uno se va, sin eso que hizo, sin todo por lo que se esforzó, entonces ¿cuál es el sentido? si algún día dejaremos de estar, cómo continuar si al final todo se acaba. ¿Será posible darle significado a nuestra permanencia volátil en ésta vida? o será más bien que seguimos cayendo en autoengaños para no enloquecer, para no reconocer que de verdad nuestra vida solo es un viaje heroico y un tanto absurdo y con ello también, liviano, si al final todo pasa.


Se podría hablar sobre dos momentos en la canción, la primera: habla de una persona que ha perdido a un ser querido y como está viviendo esa situación. Pero en el segundo momento: la canción muestra desde lo personal lo que lucho por ser nada y nadie, y lo difícil que resulta que se entienda esto. Ya que, solo vienen a mi mente los mandatos de la sociedad de realizar cosas, actos, acciones que dejen huella, que hagan trascendencia y den cuenta de tu existencia.

Estar en la constante indecisión de dejar huella en el mundo, un reconocimiento de los demás que avale lo que se ha hecho y lo ha sido, que validen lo que fuiste, que paradójicamente, da existencia. Lo que puede ser acreditado a partir de los vínculos afectivos establecidos y qué tanto se ha trabajado en ellos. Pero la cuestión de ser invisible, no dejar  vínculo alguno que pueda causar dolor en el momento de realizar el viaje a la nada o incluso, con la sola separación de las personas cercanas.

Estamos en momentos y espacios esporádicos con las personas con las que coincidimos, compartimos y convivimos con ellos. Nos cambiamos, transformamos, aprendemos uno del otro, pero, llega el momento de dejarnos, entonces, es donde comienza esa sensación y la reclamación de no haber decidido elegir ser ligeros, superficiales (en el sentido de no haber hecho un vínculo con los otros. Así, no fuera dolorosa la separación. Para algunos, afrontar la separación de manera resiliente como dice la moda, es lo asertivo y adecuado. Para otros, es difícil separarte con quien compartiste una parte de tu ser. Para mí… pues para mí resulta conflictivo, aislando entre estar y no estar, ser ligero o pesado, reconocido o invisible, ser un ser o ser nadie, todo esto se pone en juego cuando te topas con el viaje a la nada: intentando encontrar vida en la muerte o encontrar la muerte en la vida.


"No estás y aún cuentas, y a tan pocos puedo hablarles de ti

Que tengo el alma congelada"


Reconozco cierta resistencia al escuchar esta canción, un relato que habla valerosamente de un adiós, algo que personalmente me aterra, y no, no exijo permanencia, ni la verdad absoluta acerca de qué pasa al morir, ni de esa nada o la existencia sin razón, que la vida eterna es de ensueño, o del gran paraíso, no sé, no quiero hablar, de nada me sirve, me niego a nombrarte y saberte ausente, sea esperar tu llegada en vano, o que lo vivido sólo esté yo para recordarlo, si tal tú estás, y yo allá contigo; quiero, si, tal vez secretamente espero, sin la bruma del enojo y el miedo; anhelo, sí sé que estás en esa nada, pero paradójicamente en mi todo permaneces. Me consuelas, en el abrazo de tus enseñanzas, en el sabor de tus recetas, en el cálido verano del jardín, en el sonido de tus aves preferidas, en el viejo ritmo del son que me revitaliza. Tú, el momento y yo. 

Sí, extrañamente es así, hay dolor donde existe el amor.  

Y el siguiente paso se apresura, ya no estás, ni el momento puedo recrear, el dolor se disipa, mis nudos he hablado, la amargura se desprende y los atisbos de la llamada aceptación, desde los inaugurados anhelos: tú, desde la extraña paz que compartes, del relatado viaje épico hacia lo todo, del consuelo que la nada ya te regala, la partida, ya te nombro, son sólo memorias cubiertas por amor… 


La gente muere y queda todo ahí, los planes a largo plazo, las deudas, las tareas diarias, las cosas sin resolver qué se desvanecen como si el soplo del viento les llamara al unísono de la voz del mañana, claro está que no lo tenemos planeado, que no se prevé llegar al final, y es quizás ahí cuando duele, cuando es vivido, sentido… cuando se va y tú te quedas, permea la brecha de la ausencia que se convierte presencia dolorosa, insoportable e insostenible, qué cosa más egoísta, que duela lo que se queda no lo que se va, si…así es, duele el recuerdo, duele la ausencia desvanecida en la presencia de su imagen en tu memoria, los planes, los sueños y los anhelos, aquello que se lleva de ti, lo que fueron sin serlo y lo que no dejarán de ser, mueres de a poco. 

Que paradójico el sentido de la muerte, es lo único que acompaña a la certeza, de lo que no escapas, de lo que no hablas, lo que evitas y que es inevitable, es una experiencia imposible de conceptualizar, de apalabrar, son sensaciones, olores y ausencias, se vive distinto, se siente distinto. 


Al alma: MATERNIDAD-ES



Maternidad-es… Maternidad (Es)

¿Qué es la maternidad? ¿Cómo es la maternidad? ¿Qué es ser madre?

La maternidad es una de las funciones que se han estipulado en la humanidad de manera sociocultural con base biológica, que ha presentado conflictos en su ejercicio, desarrollo y creación,  ya que parte de cambios en las posturas de las mujeres que se adentran en ella, ya sea por mandato sociocultural o por el hecho de querer hacerlo. 

La maternidad y el ser madre dependen de los imaginarios que giran alrededor de su construcción, ligados directamente con los mandatos socioculturales de cómo se debe ser una madre y qué debe hacer, así como la experiencia transmitida de generación en generación de manera familiar, se contraponen  desde el momento en que se desarrolla el embarazo en base a los cambios corporales en términos fisiológicos y anatómicos; generando sentimientos ambivalentes que irrumpen en la psique de la mujer, conflictuando ante lo que está viviendo y lo que se ha romantizado, de acuerdo a los términos modernos. Así mismo, se incrementa el conflicto en el momento del alumbramiento, ya que el nuevo ser, representa el objeto del cual, se tiene que hacer cargo la mujer que está en proceso de ser madre, su apropiación y desarrollo se contraponen y a la vez, dependen directamente de los estereotipos, idealizaciones e ideas, que vienen con una carga emocional, afectiva, de lo cultural y de lo familiar. 

Ilustración de Katie M Berggren

Hay que destacar como se pone en juego la parte del ser mujer, la cual, se anula en apariencia en el momento en que se presenta una maternidad. Al mismo tiempo, el mandato social de considerar a una persona consolidándose como mujer solo y únicamente en el momento que es madre, y a su vez, será reconocida como una buena madre en el momento en que cumpla con los mandatos de sacrificio, dedicar su vida completa al cuidado y crianza de los hijos, los gustos y libertades desaparecen, ya que la vida de la madre queda completamente al servicio de los hijos.

Todos éstos aspectos permean la vivencia de la maternidad, cómo esperan los otros que sea esa madre y cómo ella misma puede posicionarse en un lugar particular respecto a su hijo, respecto a su función de madre y a ser mujer. qué vivencias se enfrentan en el camino, desde señalamientos sociales y familiares que repercuten en culpas personales y que pueden afectar a la relación madre- hijo. ¿Cómo poder construir lazos, en lugar de barreras, para las madres que probablemente no encajan con un ideal de madre? ¿Cómo brindar nuevas alternativas a vivir la maternidad con sus dificultades y hacerlas visibles?, ser madre no es una función perfecta, no pasa sin dolores o libre de frustraciones, aunque son sentimientos de los que pocas veces se habla. 

Conoce más acerca del tema en nuestro video: